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El Legado de los Hieleros del Cayambe: Historia Viva en la Ruta de los Andes

En el corazón de la sierra ecuatoriana, cerca del majestuoso volcán Cayambe, vive una historia forjada en hielo, fe y resistencia. Se trata de los hieleros del Cayambe, íconos culturales de la región andina que por siglos desafiaron las alturas para llevar bloques de hielo desde los glaciares hasta los pueblos y ciudades del Ecuador. Hoy, su legado resurge a través de una competencia que honra su fuerza y su espíritu.

🌄 Orígenes Ancestrales: Entre lo Divino y lo Cotidiano

La historia de los hieleros se remonta a los siglos XVIII y XIX, pero sus raíces son aún más profundas. En la época precolonial, los Kayambis consideraban a los volcanes seres divinos. Llevar hielo a casa no era solo una necesidad, sino un acto sagrado: era llevar un pedazo de dios al hogar. Los curacas y chamanes usaban ese hielo en rituales y curaciones, reconociendo su poder espiritual.

Con la llegada de los españoles, se introdujo el uso del hielo en la conservación de alimentos y bebidas frías. Sin embargo, la conexión espiritual con la montaña nunca se perdió: los hieleros seguían pidiendo permiso al nevado antes de tomar el hielo, manteniendo viva la ancestralidad de su práctica.

⛏️ El Oficio del Hielo

Ser hielero no era un trabajo común. Subían al imponente volcán Cayambe, el único nevado del mundo atravesado por la línea ecuatorial, y extraían bloques de hielo a más de 5.700 metros sobre el nivel del mar. Lo hacían con herramientas básicas: hachas, picos, palas… y una determinación inquebrantable.

El hielo, envuelto en paja para conservarlo, descendía en los lomos de mulas o en los hombros de los propios hieleros, atravesando caminos agrestes hasta llegar a los mercados de Quito, Otavalo y otras ciudades cercanas. Era una labor de resistencia y coraje.

🧺 Más que Comercio: Una Cultura del Hielo

Durante siglos, el hielo fue un bien preciado. Se usaba para preparar helados artesanales, conservar alimentos, enfriar jugos, vinos y aguas aromáticas. Los hieleros no eran simplemente proveedores: eran respetados por sus comunidades, guardianes de un conocimiento ancestral y símbolo de resiliencia frente a la adversidad.

👣 Los Últimos del Oficio

Hoy, los hieleros son una figura casi extinta. Pero su historia sigue viva, no solo en los relatos de los más ancianos, sino en el espíritu de una competencia que ha sabido rescatar ese legado con dignidad y emoción.

🏁 La Competencia Hieleros del Cayambe: Cuando la Historia se Corre

La primera edición de esta competencia nació en 1970 gracias a Juan Córdova Sola, quien organizó el evento “Cross Country al Nevado Cayambe”. En un momento en que la refrigeración moderna comenzaba a reemplazar al hielo natural, la carrera surgió como un homenaje a los últimos hieleros, y se convirtió en una forma activa de mantener viva su memoria.

Hoy, la competencia Hieleros del Cayambe es mucho más que una carrera. Es un símbolo de resistencia, una fiesta de la identidad andina y un puente entre el pasado y el presente.

🏔️ ¿Por Qué Recorrer la Ruta de los Hieleros?

Correr por la ruta de los hieleros es mucho más que un desafío físico. Es vivir la historia, conectar con la montaña, rendir tributo a una cultura que honra a la naturaleza y sus fuerzas. Participar en esta carrera es convertirse en un guardián del legado, en un nuevo protagonista de una epopeya andina.

Además, esta competencia impulsa el turismo sostenible, fortalece la identidad cultural y promueve el orgullo comunitario, atrayendo a corredores de todo el país y del mundo que desean poner a prueba su cuerpo… y su espíritu.


Los hieleros del Cayambe no han desaparecido. Viven en la memoria, en la montaña, y en cada paso de quienes aceptan el reto de seguir su huella.

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